sábado, 21 de marzo de 2009

La crisis en España y el cambio de modelo productivo

Estos últimos días estamos asistiendo al intento (y básicamente éxito) de la patronal de congelar o reducir los salarios en España (La UE también ha dicho que ya ha hecho suficiente gasto público, así que la tendencia parece clara). Yo sigo pensando que si “los de arriba” no adoptan alguna forma de keynesianismo y de redistribución de la renta, no sabemos dónde podemos acabar. No consigo ver cómo bajando la capacidad adquisitiva de las clases populares, va a recuperarse la economía. Ésta solamente puede remontar si la mayor parte de la sociedad puede volver a consumir y, sin embargo, la tendencia es a poner algún parche y a continuar con políticas neoliberales. No sé si creen que empobreciendo más aún a la sociedad, las empresas acumularan más capital y, de alguna manera, en el futuro podrán hacer que la economía se recupere. La verdad que no le veo la lógica, pero es que no sé que estará pensando esta gente.

Hoy, el economista Juan Torres comentaba la crisis en España, los salarios y el problema de raíz. Dice Torres que España, al pertenecer a la unión monetaria no puede utilizar el tipo de cambio para poder rebajar sus productos en el exterior para poder ser más competitivos. O sea, primera opción cancelada. El problema de España es que al contrario que otros países como Alemania, produce y exporta productos con poco valor añadido. Aunque todos los países tienen problemas, diversas industrias “ofrecen calidad, diseño y tecnología mientras que los que nosotros vendemos tienen mucho menos valor añadido y por eso tenemos que hacerlos atractivos gracias solamente a su precio”.

Es decir, que uno de los mayores problemas de España es el patrón productivo. Al no cambiarse y no poder devaluar se ha optado por la contención de los salarios. ¿Es esta la mejor solución? Para la mayor parte de la sociedad resulta obvio que no. Transcribo unos párrafos del artículo:

Si efectivamente sigue especializada en productos de bajo valor añadido, en servicios de baja productividad, en bienes pobres sin más atractivo que ser baratos... no nos quedará más remedio que competir a través de los precios y, en consecuencia, imponer salarios cada vez más bajos.

(…) quienes afirman que lo que necesita la economía española es moderar más los salarios lo que están proponiendo no es mejorarla sino mantenerla en una situación de dependencia, de deterioro y de empobrecimiento relativo y a medio plazo.

La solución no puede venir por ahí, precisamente, porque este patrón es el que tiene una gran parte de culpa de que la crisis en España se esté manifestando con un mayor coste en términos de desempleo, de desigualdad y de pérdida de actividad productiva y empresarial.

De hecho, es al aceptar ese principio de mantenimiento de nuestro patrón productivo cuando se deduce, como hace Krugman, que España no puede hacer nada sino esperar a que Europa se recupere.

Si nos limitamos a moderar los salarios como desea los sectores torpes de la patronal y como defienden quienes están a su servicio estaremos hundiendo más aún el mercado interno y serán las propias empresas, sobre todo pequeñas y medianas, quienes sufrirán en mayor medida sus demoledores efectos negativos en los próximos años, además de los propios trabajadores, lógicamente.

La mejor alternativa a la crisis es un pacto de rentas orientado a generar recursos para la reconversión productiva, para recapitalizar nuestra economía, para generar mucho mayor capital social, para ampliar el mercado interno, para crear condiciones que permitan que nuestro patrón productivo se base en la generación de valor añadido y no solo en el abaratamiento de la mano de obra.

La mejor respuesta a la crisis, la más efectiva que puede darse en estos momentos es incrementar los salarios, principalmente los indirectos y los diferidos que están vinculados al capital social que dinamiza las economías, y combatir la desigualdad. Lo demás solo nos llevará a empobrecernos y a agudizar los efectos letales de la crisis sobre el empleo e incluso la rentabilidad empresarial.

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